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Tiempo de aseo con los más pequeños: un momento de diversión

Cuando la familia crece, sostener un hogar se vuelve cuesta arriba, juguetes y olores desagradables se posan en tu casa y combatir contra ellos se convierte en todo un arte de amor.

Sabemos que ser padres es una ardua responsabilidad a tiempo completo y aunque el desorden es una parte inevitable del crecimiento, crear hábitos de limpieza empieza en casa y desde temprana edad.

Enseñar hábitos de limpieza y responsabilidad, requiere de tiempo, esfuerzo y, sobre todo, constancia por parte de los padres. Cuando se trata de niños, se recomienda empezar por tareas específicas, prácticas de higiene personal, como lavarse las manos y los dientes, y de aseo de sus habitaciones.

Colocando límites y una organización familiar, prontamente el niño adquirirá el hábito siempre y cuando la limpieza sea una premisa y una rutina en el hogar. Recordemos que, como todos los buenos hábitos, se aprende mucho más fácil con un modelo positivo, así no podemos pretender que nuestros hijos sean limpios si nosotros no lo somos.

Una de las mejores formas de incentivar y enseñarle a los niños es a través del juego y actividades recreativas. La limpieza no tiene que ser una obligación tediosa y aburrida, convertir cada acción en algo interesante y llamativo a través de canciones o un sistema de premios, es esencial para mantener entretenidos a los pequeños.

Una educación eficaz sobre higiene para los niños y niñas es fundamental para la vida y su desarrollo dentro de la sociedad, pues su salud depende de la buena higiene. A continuación te dejamos algunos consejos a la hora de inculcar valores de limpieza en nuestros hijos:

  1.  Haz de la limpieza un momento de diversión. Usa recursos audiovisuales, canciones o un sistema de recompensas que premie al niño por realizar sus tareas eficientemente.
  2.  Enséñales a recoger sus cosas a medida que las usan. Imponles ciertos límites y hasta prohíbeles el paso a ciertas areas de la casa durante las horas de juego.
  3.  Incluye a las mascotas en las rutinas de limpieza y si hay una en casa, practica con tus hijos bañando juntos al animalito y limpiando sus desechos.
  4.  Enseñarles a mantener el entorno limpio también es importante. Limpia con ellos el exterior de tu casa y explícales el valor de contribuir con el ambiente y no arrojar basura.
  5. Para que un hábito se fije en la conducta de un niño o adolescente, debes incluirlo en la rutina familiar, todos los días, sin excepción.

Lograr el ambiente deseado para el hogar no solo es tarea de la madre o del padre. Es del siglo pasado pensar que la limpieza solo es tarea de mujeres, hoy en día cada integrante de la familia debe cumplir su rol y de esta forma es posible estrechar los lazos familiares, crear una base cohesionada y trabajar en equipo por un beneficio en común como lo es la higiene.

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